A pesar del reclamo de los vecinos, el municipio de Pilar habilitó definitivamente la instalación de una termoeléctrica

octubre 25 00:59 2019

Una resolución municipal ordenó el levantamiento total de la clausura y permitió el funcionamiento de la planta en cualquier rango horario.
La pesadilla de vivir al lado de 18 turbinas generadoras de energía parece no terminar nunca para un grupo de vecinos de Pilar y Villa Rosa. Cuando la causa por la instalación de dos termoeléctricas (de respaldo) se analiza en un expediente judicial, el municipio acaba de habilitar definitivamente su instalación.
“Esta información nos llegó el jueves pasado desde el interior del Municipio, pero no me sorprendió. Ya no me sorprende nada del intendente (Nicolás) Ducoté. No es leal, porque hace tres meses se reunió con nosotros, dijo estar preocupado por la situación, y ahora aparece esto”, indicó Raúl Regis, titular de la ONG 1810 Vecinos Unidos por Pilar, entidad que presentó varias denuncias contra las termoeléctricas, no solo por los ruidos molestos que generan, sino por la presunta emanación de gases tóxicos, y el uso intensivo del agua de pozo, entre otros aspectos ambientales.
Ante esta situación, los vecinos se presentaron junto a la Defensoría del Pueblo para hacer un pedido de información pública respecto de esta polémica decisión, a pocos días de las elecciones municipales en ese distrito bonaerense. “La Defensoría del Pueblo de Pilar junto a las ONGs ’1810 Vecinos Unidos de Pilar’ y ‘Organización de Ambientalistas Autoconvocados’, hicimos un pedido de informes ambiental y manifestamos una formal oposición a cualquier tipo de habilitación municipal de las termoeléctricas de Pilar, como fue autorizada por el intendente. Además, vamos a ampliar la denuncia penal”, dijo Regis a un medio.

La disposición 517-19 con fecha del 6 de mayo de 2019 indica en el artículo primero de la misma: “Otórgase habilitación municipal a la Central Termoeléctrica denominada “Matheu II”, perteneciente a la firma APR ENERGY SRL”. También aclara que se “puede procederse al levantamiento total de la clausura”, asegurando que el funcionamiento de las 8 -y hasta 10- turbinas con las que cuenta la planta Matheu II no generan daño alguno. También se habilitó el funcionamiento de la central en cualquier rango horario, “tanto diurno como nocturno”. A su vez, la resolución descarta la posibilidad de que puedan verse comprometidos los valores de seguridad, salubridad, higiene y medioambiente, establecidos a nivel local; sentencia la “inexistencia de requisitos pendientes” y así define “expedir una habilitación definitiva a favor de la Empresa”.

Si bien se habilitó uno son dos fábricas -catalogadas como industrias categoría 3- que fueron instaladas en 2015 en plena zona residencial, y que el municipio cambió a “zona industrial” para permitir que las plantas pudieran funcionar.

Forman parte de las 27 centrales térmicas instaladas en distintas ciudades del país para enfrentar la emergencia eléctrica. Estas dos, Matheu II y Matheu III, están ubicadas en un predio delimitado entre la ruta provincial 25 y la calle Alborada, una lindera con la otra. Operadas por las empresas APR Energy y Araucaria Energy, son fuertemente resistidas por un sector importante de los vecinos de Pilar y Escobar.
La Justicia suspendió su entrada en funcionamiento en diciembre del 2017, a partir de un amparo presentado por un grupo de vecinos y la Asociación Civil JUVEVIR ante los posibles daños al medio ambiente y la salud, que fue levantada por la Cámara Federal de San Martín y aún aguarda definición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Las denuncias siguieron y se acrecentaron con la puesta en marcha por los niveles de ruido que se registran. Intervino el Organismo para el Desarrollo Sostenible bonaerense. Los habitantes de los barrios linderos hace un par años están alarmados por el posible impacto sobre su salud: “Recurrimos a médicos y lo que arrojan los informes es que se agravan las alergias crónicas, el impacto en la parte pulmonar e irritación en las vías respiratorias. Hay otras cuestiones, aunque no tan comprobables hoy, relacionadas con el cáncer. Sí que potencian las alergias, los problemas cardíacos, pulmonares y las enfermedades oculares”, sostiene Romina Amengual, que vive en el barrio Los Pilares, a 400 metros de las centrales que generan 460 MW de energía.
Andrés Nápoli, abogado ambientalista y director ejecutivo de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), explicó en ese reporte los principales riesgos: “El impacto de las termoeléctricas depende del tamaño. Las que están en Pilar son grandes y el primer impacto que hay que evaluar es el de las emisiones de material particulado, de dióxido de azufre y de todos los gases de efecto invernadero”.
“El acceso a la información ambiental resulta un elemento básico dentro de la política del Estado, con el objeto de constituirse en una herramienta para la toma de decisiones. Por el lado de los particulares, el acceso a la información es vital porque aspira a una ambiente digno en el que desarrollarse y por ello, tiene la obligación y necesidad de preservarlo y conservarlo, todo lo cual sería imposible sin la debida información que posibilite una vía de acción al respecto”, aseguran los vecinos en la presentación junto a la Defensoría.