El presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner y el intendente en uso de licencia de Escobar y presidente del Ente de Control y Gestión de la Vía Navegable, Ariel Sujarchuk, encabezaron el acto de asunción de las autoridades del Partido Justicialista de Escobar en el microestadio de Garín.
“Estamos todos juntos en un momento de crisis, difícil y es un acto de gestión política. Es un acto de responsabilidad, madurez, convivencia y haber aprendido que acá cuando el Partido Justicialista estaba dividido gobernaba el pattismo pero volvimos y con nosotros la justicia social y los derechos humanos”, enfatizó Sujarchuk al dirigirse a los cerca de 4 mil militantes que colmaron el estadio.
En ese sentido, aseguró que “es una decisión sostener las ideas cuando viene el viento en contra, no me tocó gestionar en un momento fácil. Cuando me tocó la intendencia vino el viento de la derecha y el neoliberalismo y no pusimos excusas para transformar Escobar, eso es porque cuando querés hacer, hacés.”
“En la época en la que nos daba cátedra de como conducir el país el peor equipo de los últimos 50 años, nosotros éramos una mancha celeste en un cordón amarilla, pero esa mancha acompañó, resistimos, creció, se empoderó y demostró que no es con insultos ni soberbia sino con honestidad, capacidad y trabajo. Fuimos parte de la reconstrucción de nuestro espacio para que ese frente hoy vuelva a gobernar Argentina y la provincia de Buenos Aires”, valoró desde el escenario, acompañado del intendente Beto Ramil, la presidenta del HCD Laura Guazzaroni, el subsecretario Parlamentario y Electoral provincial Javier Rehl, el director nacional de Anses Pablo Ramos, entre otros funcionarios e integrantes de la lista del PJ local.
Además, el presidente del PJ de Escobar, expresó: “No hay que gobernar para redes sociales, ni para las próximas elecciones, sino planificar el futuro de la ciudad porque eso da la legitimidad moral y política. No pensar en el futuro es endeudar a la Argentina de la manera en que lo hizo el gobierno anterior y que ahora no se hace cargo de lo que nos dejaron y eso no es solamente la derecha. Un dirigente que dice que va a vender órganos, vende a su madre y es un vende patria, no hay que confundirse, ni lo disimulan”.
El cierre del acto estuvo a cargo de Máximo Kirchner, quién criticó con dureza al ex presidente Mauricio Macri: “Desde el 9 de diciembre del 2015 nuestro país entró en un tobogán y no hay argentino que no lo sepa, podrá reconocerlo o no, pero lo saben. El profundo daño que generó la presidencia de Mauricio Macri no solo a quienes no lo votaron sino también a quienes sí lo hicieron fue de una gran extensión en el tiempo. El endeudamiento que generó, es de una profundidad pocas veces visto en la democracia de nuestro país y yo quisiera saber cuánto mejor estaríamos si ese endeudamiento se hubiera materializado en escuelas, pizarrones, pupitres, pymes, universidades y mejorar la atención y la calidad de la salud pública”.
Kirchner consideró, además, que “no basta” con que al peronismo “lo una el espanto”, en referencia a la coalición opositora Juntos por el Cambio (JxC), sino que la cohesión debe estar dada por “los sueños, ilusiones y entender que nuestra sociedad necesita vivir mejor todos los días”.
Por otro lado, Kirchner señaló que cuando decidió en enero último dejar la conducción del bloque de diputados del FdT por “no estar de acuerdo con cómo se habían llevado adelante las negociaciones con el FMI”, no lo hizo “pensando en su destino personal ni en falsos protagonismos que después construyen grandes frustraciones”, sino “entendiendo que podríamos haber hecho las cosas mucho mejor”.
“Cuando lo hice, fue con total responsabilidad: nadie supo de mi decisión hasta que yo había conversado con el presidente (Alberto Fernández). Primero hablé con un colaborador de él y esperé poder hablar con él. Charlamos un largo rato, me pidió pensarlo, lo pensé y confirmé la decisión”, definió y contrapuso esa actitud con la decisión del ex ministro de Economía Martín Guzmán, quien presentó su renuncia al cargo el sábado último: “Esto que ha pasado en los últimos días habla de una irresponsabilidad supina. Yo no fui a pedirle al Presidente cargos ni que eche a ningún compañero de la gestión.”
“Muchas veces durante los últimos meses, escuché a dirigentes importantes de nuestro espacio referirse de muy mala manera hacia la compañera Cristina y se abrazaron a Guzmán. Los dejó tirados y ahí está Cristina otra vez para sacarlos adelante. A ver cuando aprenden que dar discusiones internas no significa ponerse del lado de Drácula para tener razón”, fustigó.
Por último, se preguntó “cómo puede ser que el sector empresario y formador de precios, que recibió una mano del Estado en la pandemia, ahora ponga cara de ‘Yo no pude’ y salga a remarcar los precios? ¿Hace falta responder de esa manera a un Gobierno y un pueblo trabajador que les tendió la mano?”.-
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